Estaba seleccionando las fotos del último viaje a Svalbard y he visto una imagen que me ha llevado a pensar en la importancia de los guías cualificados en las expediciones polares. En el caso del Ártico es muy importante contar con guías experimentados que velen por nosotros y estén constantemente vigilando por si aparece un oso. Siempre van con su rifle, el transmisor y el botiquín de primeros auxilios. Están ahí para que nosotros disfrutemos, pero aunque parecen relajados siempre están vigilantes. Y esa es la gracia, que apenas notemos su trabajo.
En esta imagen aparece la simpática Mia, de Polar Quest, una chica joven pero muy preparada, que nos hizo el viaje muy agradable. Sirva ella de ejemplo de todos estos guías que cuidan de nosotros en las expediciones, como si fueran nuestros «ángeles de la guarda».