Qilakitsok & Qaarsut

23-Agosto-2010
Qilakitsoq (70º36’N 52º12’W) que se traduce como Donde el Cielo esta bajo, es un pueblo abandonado en el que, en el siglo XV, 6 mujeres inuitademás de un niño y un bebé, fueron enterrados con especial cuidado. Como era costumbre  fueron vestidos con ropa de invierno para el largo y frío viaje a la tierra de los muertos, y se les proporcionó las herramientas necesarias para sobrevivir en el más allá. 
El lugar está situado en una pequeña y recogida bahía, muy protegida de las inclemencias del tiempo.



La tumba se colocó por encima de la aldea, a gran distancia de las demás y, gracias a su localización, los cuerpos se conservaron muy bien. 

El aire seco, la baja temperatura del suelo  una roca sobre la tumba los protegía del viento, el agua, la luz del sol y la nieve, y con el tiempo los cuerpos se  momificaron. Las momias están en el museo de Nuuk, pero el sitio todavía contiene los restos de numerosas casas de la cultura Thule. 
Desde la tumba se tiene una bonita vista de la costa y del pueblo, un bonito sitio para descansar.



Muy cerca, dentro de una roca a modo de cámara funeraria, se pueden ver  restos humanos:



El lugar transmite tranquilidad y paz. Desde un punto elevado se puede apreciar el profundo color turquesa del mar en la bahía.



Por la tarde visitamos  Qaarsut (70º44′ N 52º38′ W) una pequeña población raramente visitada. Sus habitantes subsisten de la caza y la pesca. Es una típica población inuita, de las más pequeñas y modestas que hemos visto.



Cuando llegamos nos estaban esperando en la playa para recibirnos con sus trajes de fiesta. Nos daban la mano y nos preguntaban nuestro nombre.



Por supuesto, fuimos a ver a los perros, pero esta vez fue diferente: nos dieron unos trozos de carne para alimentarlos. Había que decir algo así como «¡Hora de comer! pero en groenlandés, para que no se asustaran. Aunque creo que no logramos recordar con exactitud la frase, fue una curiosa experiencia.



Pero lo más interesante fue conocer a dos personajes muy peculiares: una señora inuita que había ganado varias veces un concurso de trineo de perros, que nos invitó a un café y galletas en su casa, y que nos enseño con orgullo sus numerosos trofeos.



Y un cazador de 70 años de edad que nos enseño el kayak con el que estuvo cazando hasta hace pocos años, y que le construyó su padre de forma artesanal.



Por supuesto, no faltó la exhibición de kayak:



Como esta población recibe muy pocas visitas, nuestro barco llamó la atención de los niños. Estaban tan excitados que tuvimos que hacer una excepción y los llevamos a visitarlo. Cuando volvieron estaban muy contentos pues habían ido por todo el barco, parando especialmente en el puente de mando. 



Nos sentimos tan bien en Qaarsut que quisimos hacer una entrevista para dejar constancia de lo amable y atentos que habían sido sus habitantes:

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