15-Feb-2010
La mayoría de los viajes a la Antártida se quedan por encima del círculo polar, donde las condiciones son más benignas. Viajar más al Sur del paralelo 66º33′ implica un viaje más largo y cierto riesgo, pues nunca sabes las condiciones que vas a encontrar. Nuestros guías han decidido que vamos a ir directos al Sur, para aprovechar al máximo la estancia por debajo del círculo polar, lo que implica que vamos a pasar un día entero viajando por mar abierto -ya sabéis, mareos y malestar general. Durante la travesía asistimos a interesantes charlas sobre glaciares y pingüinos, y tenemos la oportunidad de ver enormes icebergs con formas caprichosas cinceladas por el agua y el viento:
Al cruzar el círculo los guías nos sorprenden con una curiosa ceremonia: el rey Neptuno nos obliga a besar un pez, tras lo cual seremos bendecidos en esta travesía. Es una forma divertida de pasar un día que, de otra forma, habría sido un poco aburrido.