Gerlache Strait

20-Feb-2010

De regreso al barco disfrutamos de un suculento desayuno, aunque lo hacemos con mucha rapidez pues hace un día fantástico. La cubierta del barco es un lugar privilegiado para disfrutar de la travesía por el estrecho de Gerlache hacia la bahía de Dallman.

Un efecto curioso en estos lugares australes es que si te sitúas en la proa con dirección Norte vas a tener el sol de frente. Es un efecto extraño y nuevo para mí, ciudadano boreal, que tengo que tener muy en cuenta al hacer las fotos.

Mientras navegamos podemos ver por última vez a nuestros amigos los pingüinos, esta vez apiñados sobre un iceberg.

También vemos focas (¿cómo se habrán subido allí arriba?).


Pero lo mejor estaba por llegar. Nos dijeron que esta zona es muy rica en alimento y que tendríamos la oportunidad de ver alguna ballena. Efectivamente, pronto vemos a un pequeño grupo de ballenas jorobadas no muy lejos del barco.

Pero lo más divertido fue cuando una de las ballenas se pone boca arriba y abre los brazos, como si quisiera darnos un abrazo de despedida.




Las horas nos pasaron muy rápidamente, pues estuvimos viendo ballenas hasta que llegamos a las islas Melchior, donde pudimos disfrutar el espectáculo más increíble de nuestras vidas.

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